Trabajo de investigación sobre el conjunto monumental de Santa Eulalia de Bóveda en Lugo.
Programa de Doctorado 2003-2005 Universidade da Coruña. "Arquitectura en Galicia"

EL TAUROBOLIO

Se ha documentado en otros lugares donde también existían santuarios a la diosa Cibeles que en su proximidad han permanecido toponímicos que nos hacen pensar en que los edificios tenía muy próximos a ellos lugares donde de manera exclusiva pastaban toros que eran cuidados exclusivamente con destino a los sacrificios ritual o taurobolio.

El término es Bovalar, Boalar, Boualares: Pastos dedicados exclusivamente a los bueyes que son preparados para el ritual del sacrificio o taurobolio.


REPRESENTACION EN PEDESTAL


ARA DE TAUROBOLIO EN ROMA

La creencia en las propiedades sanadoras del bautismo de sangre hizo de su practica algo muy habitual en la antigüedad, sobre todo en los siglos II y III de nuestra era. El edificio, pensado para una posible repetición del ritual en escaso tiempo, debió de permitir un gran número de sacrificios en su momento más popular.

SECCION DEL TAUROBOLIO EN BOVEDA

En taurobolio consistía en el sacrificio de un toro en la planta alta del edificio, sobre la parte central de la cripta y sobre el hueco que permitía la caída de la sangre del animal sobre la piscina de la planta inferior. Una vez muerto el animal, los sacerdotes bajaban por una escalera de comunicación que existía en el muro oeste un recipiente con los órganos sexuales del toro y lo colocaban en las hornacinas que existían en los muros de la cripta, a ambos lados de la piscina.


IMAGEN DE RITUAL DE TAUOBOLIO
El ritual del taurobolio, además de ser el momento más importante de las fiestas de primavera de la diosa Cibeles, se practicaba durante todo el año solicitado por los devotos de la diosa que se encontraban enfermos o en peligro de muerte.

La arquitectura de Cibeles resuelve constructivamente un acto tan complejo como un taurobolio y de practica sucesiva.

Aurelius Prudentius Clemens (348-410 d.C.) poeta hispanolatino. Poseía una gran erudición escriturística y en cultura clásica. Está considerado como uno de los mejores poetas cristianos de la Antigüedad.
Esta es su descripción de un taurobolio:
"El sumo sacerdote abre una fosa en la tierra y se introduce en lo más profundo para hacer el sacrificio; luego de ceñir sus sienes con bandas admirables y festivas, se adorna de corona de oro, vistiendo su toga de seda, ceñido con el cinto de Gabeis. Pónenle encima un tablado extendido y agujereado en sus maderos. Conan y afinan enseguida la superficie. Perforan muchas veces la madera con agujones para dar paso franco a los múltiples y pequeños agujeros. Traen entonces un toro de torva y erizada frente, adorado de guirnaldas, sujeto de lomos y cuerno. Brilla con el oro propio de las víctimas, y el oro de las brácteas despide fulgores como saetas. Después de colocar la bestia en este lugar, para inmolaría, atraviesan su pecho con el venablo sagrado. La ancha herida vomita una oleada de sangre caliente, y en los entresijos de este mar que cae se funde un río de vapores humeante. Por los mil caminos de los mil agujeros llueve este putrefacto rocío. Hundido el sacerdote debajo del foso recoge las gotas, poniendo debajo su cabeza y su vestido y todo su cuerpo. Echase luego de espaldas para ofrecerle su cara. Preséntale las mejillas; luego, las orejas; después, narices, labios, y ojos baila en el líquido y no perdona paladar en la lengua, hasta embeberse todo en negra sangre. Al endurecerse en cadáver desangrado, los flámines lo apañan del tablado. Se alza allí entonces el pontífice, de terrible aspecto. Muestra su cabeza mojada, su pesada barba, sus bandas humedecidas, sus vestiduras borrachas de sangre. Odioso de tales contactos, sucio de la pestilencia el fresco sacrificio, de lejos y con respeto, todos le saludan y reverencian, porque la sangra vil de un toro muerto lavó a aquél mientras estaba oculto en la fea caverna" (Peristeph. X, 1006-1050; trad. de M. José BAYO).

La serie ROMA, coproducción de la cadena de pago norteamericana HBO, de la británica BBC y de la italiana RAI, rodada en los alrededores de la actual ciudad de Roma en el año 2004, ha sido señalada por los especialistas en historia por sus aciertos y errores. Uno de ellos ha sido la escena del primer capítulo, en el que Atia, la madre del futuro emperador Augusto, practica un taurobolio a Cibeles para proteger a su hijo de los peligros que le acechan, a la vez que solicita del oráculo de la diosa respuesta sobre el futuro inmediato de su hijo.

No son pocos los seguidores de la serie que han señalado que esta escena es anacrónica, pues no existen evidencias sobre la práctica de este especial ritual en Roma hasta dos siglos más tarde. No existiendo aras votivas a la diosa Cibeles por un Taurobolio hasta los primeros años del siglo II d.C.

Los guionistas nos presentan un ritual magnífico, muy bien documentado, y con una puesta en escena con todos los elementos que el tautobolio contaba.
La diosa Cibeles, la Magna Mater, estaba presente en la ciudad de Roma que revive la serie, su influjo era muy próximo al que fue el primer emperador. Augusto construyó su casa en el Palatino entre los templos de Cibeles y Apolo, y adoptó a ambos como sus dioses protectores.
La propia residencia del emperador contaba en sus muros con hermosas pinturas que presentaban de forma alegórica a Cibeles y sus elementos simbólicos. Por ello no es descabellado imaginar una relación directa de la familia Julia con la diosa Cibeles y sus rituales.

Sin embargo y a pesar de la posible anacronía de la escena del taurobolio, podemos ver en ella elementos que en siglos posteriores fueron característicos de los templos dedicados a la diosa y de los rituales en ellos practicados. Debemos reconocer un gran trabajo en la dirección artística de esta singular escena.
Los responsables de la escenografita debieron de preguntarse con era posible poder ejecutar el ritual y de que forma deberían de ordenar los elementos para ponerlo en practica.


ESCENIFICACION DEL TAUROBOLIO

Atia, la devota de la Magna Mater, se situa bajo un baldaquino de cuatro columnas y en una pileta semienterrada. Sobre ella en un piso superior se encuentra el toro, adornado con guirnaldas y sujetado por el matarife que lo degollará. Al hacerlo la sangre del animal cae sobre Atia, que recibe el baño ritual.


La escena es acompañada por los sacerdotes eunucos de Cibeles, los galli, que realizan danzas orgiásticas, y toda la escena es dirigida por el archigalli, el sumo sacerdote.


A continuación Atia sale de la pileta y solicita del archigalli que dicte el oráculo sobre el futuro de su hijo, que resulta favorable, la escena termina con Atia sumergida en otra pileta de agua clara, eliminando los restos de sangre de su cuerpo.


El esfuerzo de los directores de la serie nos permite comprender mejor como deberían ser los templos donde los riítos de Cibeles eran practicados, visualizar su especial arquitectura, que permitía realizar el bautismo de sangre, en algunos momentos de forma continuada, y cuales eran los elementos constructivos necesarios.

En la escena podemos apreciar:
El conjunto de fosa y baldaquino que permiten el sacrificio del toro sobre el devoto.
La necesidad de gran cantidad agua corriente para la limpieza de la sangre en la fosa.(fossa sanguinis)
La existencia de una pileta de agua limpia para la limpieza del devoto.

Estos elementos han sido encontrados en pocos lugares del imperio, uno donde aun se conservan y pueden ser estudiados es en Santa Eulalia de Bóveda en Lugo.


Podemos imaginar, a través de la escena de la serie, y ayudados por el texto del Peristephanon X de Prudencio escrito a finales del siglo IV, como se practicaban los ritos de Cibeles en este apartado lugar del Imperio.
Cuando se disponen a consagrar al sumo sacerdote, lo llevan a un pozo profundo excavado bajo el suelo, maravillosamente adornado con una banda, sus sienes festivas ceñidas por guirnaldas, recogido el cabello bajo una corona de oro y portando una toga de seda recogida con un cíngulo (…) Ponen encima una tarima con anchos espacios (…) taladran la superficie (…) de forma que toda la tarima aparece picada de pequeños agujeros (…) Luego es conducido hasta allí un enorme toro, bravo y sin domar en apariencia, con los flancos cubiertos de guirnaldas entretejidas y con los cuernos envainados, de forma que el testuz del animal brilla con reflejos dorados y la pelambre se ve engalanada con el brillo de las placas metálicas. Luego, como está ordenado, se dará muerte en aquel lugar a la bestia, y para ello hincan una espada sagrada en su pecho. De la herida abierta mana un chorro de sangre caliente, y el humeante manantial se derrama sobre la tarima y la inunda, cayendo luego debajo (…) (y) manchándose [el sacerdote] vergonzosamente los vestidos y todo el cuerpo (…) Luego retiran los sacerdotes de la celosía el cuerpo del toro, que, por la pérdida de la sangre, empieza a ponerse rígido, y sale el pontífice, con su horrible aspecto, mostrando su cabeza manchada, la barba cuajada de sangre, sus bandas chorreantes y sus sucios atavíos. Y al verlo así manchado e infecto, sucio de la sangre del reciente sacrificio, todos le saludan y veneran desde cierta distancia, porque la sangre impía y un toro muerto lo han bañado mientras permanecía oculto en la repugnante cueva; Peristephanon X,PRUDENCIO

Ver el vídeo: Taurobolium, donde en una secuencia de la serie Roma se escenifica el ritual de Cibeles.