John William Waterhouse (1849-1917)
Sí se mantuvieron las características del oráculo de las sibilas en las voces de las aves. Eulalia proviene del griego e incorpora el prefijo eu (eu), que significa bien, propicio, favorable. El segundo elemento, lalia (lália), del verbo lalew (laléo) significa hablar. El conjunto de los dos elementos nos da para el nombre de Eulalia el significado de "Bien hablada", "Elocuente", "Convincente", característica determinante de las Sibilas.
Santa Eulalia vivió entre los siglos III-IV, mujer joven, virgen y mártir que, según la tradición, nació en el barrio barcelonés de Sarriá. Dedicó su juventud a impartir enseñanzas y consejos entre los niños y los más necesitados, dejando un gran ejemplo de fe. Dice la tradición que al morir la santa, la gente vio una blanquísima paloma que volaba hacia el cielo, y que los verdugos salieron huyendo. La Santa, que por esa razón es patrona de las aves, ofrecía sus consejos a los demás; ambas características enlazan con la imagen pagana de las sibilas.
Se la venera en la Catedral de Barcelona, ya que es la patrona de la ciudad, e igual que en Lugo, en su templo existen en recuerdo del santuario de Cibeles las imágenes de las sibilas encarnadas en las aves. Lo sorprendente es que en lugar de ser en pinturas murales, en la catedral de Barcelona las ocas, faisanes, codornices y palomas están vivas, son cuidadas con esmero por los sacerdotes y cantan sus augurios cada día.
Santa Eulalia de Bóveda en Lugo, es debido al significado de su nombre y a la existencia de las aves en su cripta la mejor heredera de la leyenda indígena prerromana de la Pena Piador. En el santuario podemos comprobar, hoy en día y de manera excepcional, la existencia de las cinco creencias unidas por la historia. Los elementos castreños, frígidos, griegos, romanos y cristianos permanecen en el conjunto como testimonio de la Magna Mater.
A lo largo de la geografía de la antigua hispana existen elementos escultóricos, epigráficos y arquitectónicos que relacionan el culto a la diosa Cibeles con el posterior a Santa Eulalia. Su culto, que para muchos especialistas surge en Mérida, es titular en la capital emérita, y desde el siglo III d.C., de un templo tardo romano que recuerda en su arquitectura al santuario de Bóveda. (Ver referencias documentadas).
De forma análoga otros santuarios cristianizaron en niñas mártires de historia similar a Eulalia, estos son los casos de Eufemia, Lucía, Orosia, Comba, etc.